Encontrar calas secretas y rincones increíbles con vistas rompedoras es una de las experiencias auténticas de esta isla. Como expertos locales, en Mi Casa Tu Casa queremos que descubras y disfrutes de la esencia de Ibiza, y por eso te llevamos a un lugar muy espacial llamado Atlantis.
Llegar hasta allí a pie no es para los débiles de corazón y supone una bajada bastante pronunciada y la subida de vuelta es especialmente dura en pleno calor veraniego. Si alguna vez tiene la oportunidad de ir por mar, puede echar el ancla cerca y nadar hasta la cala. Los hippies de los años 50 y 60 visitaban a menudo este lugar para encontrar paz, armonía, tranquilidad y reflexión.
Aunque lleva el nombre de la desaparecida Atlántida, la mítica isla que Platón describió en los diálogos Timeo y Critias, la Atlántida no contiene los restos de una civilización perdida.
La historia se remonta al siglo XVI, cuando era una cantera de la que se extraía la piedra y se llevaba en barco para utilizarla en la construcción de las murallas de la Fortaleza de Dalt Vila, hoy Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Sin embargo, esta impresionante estructura en forma de ciudad sobre el agua era un importante punto de encuentro y, a lo largo de los años, los artistas dejaron su huella tallando caras, dragones, signos de paz y otras imágenes simbólicas en las rocas. Todo el lugar está formado por curiosas formaciones rocosas que parecen un laberinto, con rutas, paredes y varias piscinas naturales con aguas turquesas que casi parecen hechas por el hombre. Uno se siente realmente como si estuviera sobre los bordes de una antigua ciudad hundida que emerge de las aguas. Situada cerca de la mágica y legendaria roca de Es Vedrà, se dice que Atlantis es uno de los lugares más espirituales del mundo. No cabe duda de que hay una sensación de paz y serenidad, de asombro y de maravilla, la energía única de Ibiza por la que la isla es tan famosa, se siente casi tangible aquí.
Recuerde llevar zapatillas, agua y gafas. Esta playa es una de las mejores joyas ocultas de Ibiza y un baño en las piscinas naturales de agua salada es algo que hay que experimentar antes de tumbarse bajo el sol del Mediterráneo en las formaciones rocosas de los alrededores. De vuelta, le recomendamos que disfrute de las vistas de Es Vedra desde la cima. Una corta caminata desde el aparcamiento le llevará al mirador o a la Torre Ibiza de Es Savinar. Las puestas de sol allí son mágicas e incluso ceremoniales, mientras una ola espontánea de aplausos recorre la multitud para saludar al sol.